marquezina

Ultima entrada: SALA DE ESPERA (Ilustración) Fecha de publicacion 30/10/2011

12.11.11

A SU IMAGEN Y SEMEJANZA


A SU IMAGEN Y SEMEJANZA



Debía curarle y quizá he sido yo, quien  le ha empujado a la locura.
Ahora Algernon H. Blackburne a sus 22 años es una estrella cuya brillante inteligencia  se ha apagado. Mientras su cuerpo languidece en el asilo mental.
He reunido estas  notas extraídas de su expediente para intentar comprender lo que ocurrió.




Sesión Psicológica No.1                                            Fecha: 22/04/2012

Paciente: Algernon H. Blackburne
Trastorno Referido: Ataques de Pánico.

Incidencia del trastorno en la población: 7 de cada 10 personas

Síntomas en el paciente:                   
La mayoría de los pacientes con Ataques de pánico presentan ciertos síntomas físicos que en el caso de Algernon, incluían: Mareos, sudoración, temblor y/o hormigueo en las manos, vista nublada, falta de aire y dolor en el pecho. Sin embargo en algunos casos pueden también presentarse síntomas  de naturaleza mental en el paciente. Son estos síntomas los que sin duda hacen tan especial a un ataque de pánico. El joven Blackburne refiere sufrir los siguientes:

  • Fortísima sensación de desrealización. Expresada en términos del paciente: “Es como si todo se nublara y sin embargo mi percepción de la realidad se agudizara.  Cuando ocurre, el miedo se intensifica por que se que  lo que viene es un terror que no puedo controlar.  Siento como si la vida fuera una especie de reloj que gira en sentido contrario  o se ha descompuesto. Y los otros y yo fuéramos solo un montaje o un engrane mal puesto de ese reloj. Y me aterra mirar a la gente,  incapaz de  percibir lo que yo veo”.
  • Despersonalización. Una vez que el paciente ha alcanzado el punto de desrealización refiere que presenta un proceso donde se contempla a si mismo como si fuera otra persona. Y percibe durante ese momento, intensamente la angustia que sufre. A pesar de estar referida como si fuera la angustia de otro.
  • Miedo a perder la razón y/o a morir súbitamente.


El joven Algernon ha sido británicamente puntual y viste pulcramente. Le encuentro animado, radiante  y ligeramente pagado de si mismo. Intento llevarle a un tema que le apasiona para comprenderle mejor, Le preguntó: ¿Qué siente al disputar el título? ¿Cuándo descubrió su pasión por el juego? Él responde y mira el futuro con optimismo, no le culpo, es joven y  esta a punto de convertirse en el mejor jugador del mundo. Sin importar que empezara tarde. De acuerdo a los estándares del mundo del ajedrez apenas a los 17 años. Cuando muchos de sus competidores han empezado ya desde los 6 años a mover las piezas. Y detrás de esa confianza existe una clara preocupación por sus recientes ataques de pánico justo ahora durante la disputa por el título mundial. Asegura estar cerca de algún límite, a partir del cual no volverá a tocar un tablero. Si no consigue ser campeón nunca más lo intentara.

 Desea matricularse en una universidad y continuar sus estudios quizá en la más extraña de las variantes de las matemáticas:
 La topología. Afirma tener extraños sueños donde la geometría convencional no existe y objetos de extraños materiales  se fusionan en  un todo sin perder su esencia. En sus sueños estos objetos parecen singularmente  unidos todos entre si por una materia que la Física apenas comprende. Y asegura vislumbrar continuaciones apenas exploradas para ciertas formulas matemáticas.
Es un chico brillante y muestra una amplia gama de intereses.

Sin embargo al observarle mientras habla, me preocupa notar cierta reticencia a establecer contacto visual. Parece retraerse y revolverse ansioso en el diván. Mientras tiende inconscientemente a ejecutar movimientos “extraños” con las manos de manera regular incluso cuando finjo no mirarle.
Muestra algo más que el recelo natural de quien acude por primera vez a un terapeuta. Y su desconfianza  se inclina más a saber cuan competente soy. Y si yo, a diferencia de mis colegas que le han tratado antes, podré revelar la naturaleza de su patología.

 Me ha querido probar. Citando el reciente libro de mi colega Longströöm y su anticuado enfoque sobre el trastorno  que sufre.  No sin modestia le he dicho que mi sistema es más efectivo y rápido.
Como si no me hubiera escuchado, ha seguido con la descripción de  su trastorno tal como aparece en el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) Incluso ha ido más lejos. Retándome a darle el número de una pagina del manual y a cambio me dirá el contenido de dicha página. O si gusto dice,  puedo darle el índice con que se clasifica en el manual,  cualquiera de los trastornos enlistados, y el me dirá la descripción del trastorno que coincida con el índice. Tal como aparece en el libro.
Incrédulo acepto  el reto en parte para probarle,  y en parte sorprendido. Tome de la repisa mi manual.  Dándole dos páginas al azar. ¡Ha sido capaz de decirme su contenido completo!  Probé de la otra forma dándole  varios  códigos  como el sugirió y entonces ha recitado  la descripción de dichos trastornos. Finalmente le he dado otro código. Quiero  probar una sospecha. Y cuando Algernoon escucho  el código F84.5 hizo una mueca parecida a la sonrisa. Después lentamente ha enunciado el nombre del trastorno, y los criterios diagnósticos  enlistados en el apartado 299.80

Le pregunte como se sentía al padecer aquel síndrome y él incapaz de describir lo que siente prefiere citar algunos de los síntomas que aparecen en el
Kindesalter Archiv für Psychiatrie und Nervenkran Kheiten.  Es más fácil para las personas como Algernon listar características que expresar emociones. No importa que sean las propias.
¿Cuáles serán las probabilidades de que un sujeto reúna en si mismo aquel  Síndrome y la genialidad que lo exacerbe? Remotas.




Sesión Psicológica No.2                                            Fecha: 24/04/2012

Puede que no le haya convencido, tampoco  tiene muchas opciones. Soy el único terapeuta que le ha asegurado ser capaz de curarle en unas pocas sesiones. Ahora después de la primera cita me preguntó si su singular personalidad guarda algún tipo de conexión con sus ataques de pánico.  Si los terapeutas que le trataron antes que yo fueron incapaces de establecer dicha conexión. Si  fueron omisos. Ó quizá esta conexión es inexistente.

 Intentare una regresión hipnótica sobre Algernon para detectar  el ó los detonantes de sus ataques de pánico.

 
Ha llegado tarde. Se muestra abstraído y nervioso. Ha perdido  por tercera ocasión consecutiva  una partida por el campeonato y ha sufrido otro ataque de pánico aún más violento al terminar el juego.

Mi teoría es que simplemente no ha resistido la presión. Nada extraño en un mundo competitivo como el ajedrez. Todos padecen esa presión hasta los campeones.
Y Algernon aunque brillante, como el  joven retador, no esta exento de sufrirla.
 Se ha dicho que el mejor jugador de la historia Bobby Fischer, campeón mundial  dejo de jugar ante el horror de perder la única cosa que siempre busco en la vida. Ser campeón. Terminó perdiendo el título sin competir. En su mente  siempre existió la compensación  de ser todavía el campeón reinante. Antes o después se ha vuelto loco.
Algernon es joven, y especial pero puede que su miedo no sea tan especial. Probablemente solo tiene terror a saber que no es tan especial, que no es el mejor.
Me preocupa más  que pueda dar vuelta en un lugar equivocado también, como Fischer.
No quiero contentarme con una teoría. Necesito asegurar la causa de su mal y tratarle.

Le pido que se concentre para inducir correctamente la hipnosis. El proceso es largo y extenuante. Algunas sesiones pueden durar tres horas o más.


(He suprimido del informe los previos para inducir la hipnosis en el paciente Algernon H. Blackburne.   Agregando  la descripción bajo hipnosis del primer ataque de pánico sufrido por él,  el día 20 de abril de 2012. Y la extraña narración no prevista y aún bajo hipnosis que el propio Blackburne dio durante esa misma sesión.)



Blackburne:

Es extraño ya no tolero mirar ningún espacio abierto ni estar en medio de multitudes. Una sensación de vacío aterrante me embriaga ante la simple contemplación de una plaza descubierta o de un breve campo que ante la vista parezca infinito. Mucho menos puedo ahora soportar mirar el mar. Y no  es que tema morir ahogado o cosa parecida. Lo que temo es su extensión. Que trae a mi, un extraña ensoñación, que no deseo evocar.

Y cuando inevitablemente debo frecuentar lugares atestados, o mirar extensiones de campo abierto vuelven a mi, vagos recuerdos inconexos. Que a veces son recurrentes en mis pesadillas.

-Pero entre todas las cosas que despiertan en mí un pánico siniestro son ciertos eventos muy comunes en el mundo del ajedrez. Infortunadamente  cuando las victorias se transformaron en títulos las invitaciones a participar en esos eventos aumentaron.  Ya a los 18 años como campeón del condado de Essex recibí mi primera invitación a una simultánea donde como campeón debía enfrentar en varios tableros de ajedrez a muchos jugadores a la vez. En aquella ocasión solo llegar al lugar lleno de gente mirándome y esperando enfrentarme. Se me revolvió el estomago, la vista se nublo,  me sentí mareado y las nauseas me hicieron vomitar. Entonces no pensé que fuera un ataque de pánico. Creí que simplemente enferme por alguna mala comida y un poco de nervios.  Pero en mi interior supe que rechazaría acudir de nuevo a un evento de esa naturaleza. Poco me ha  importado privarme  durante mi carrera  de algunos ingresos extra que suelen acompañar a tales eventos.

Pero cuando el pasado año firme el contrato para disputar el título por el campeonato del mundo. En alguna de esas pequeñas cláusulas me veía obligado a brindar en esta ciudad una partida de simultáneas. Previas al inicio de la competición como una especie de publicidad para el campeonato.
La mañana del 20 de abril el día de la exhibición de simultáneas apenas podía dejar de sudar y he debido cambiarme la camisa antes de salir de la limusina. Mientras mis dedos nerviosos temblaban y mis piernas sufrían de hormigueos intentaba vanamente tranquilizarme. Ya mientras caminaba por un pasillo de la universidad apenas podía contener mis ganas de correr y alejarme en dirección opuesta y si no lo hice fue porque a mi lado tenia a mi amigo y maestro el Sr. Lasker quien intentó tranquilizarme.

No puedo decir que fue. Quizá fuera el blanco mármol de aquel inmenso salón o las que entonces me parecieron interminables filas de sillas vacías. Y ahí al otro extremo del inmenso salón mi contrincante,  Radjabov el viejo ucraniano. Sonriendo burlonamente  mientras me mira fijamente con sus penetrantes ojos verdes y su cabeza abultada con esa extraña mancha en la frente que tan desagradable me resulta.

No se cuanto duro el ataque, mi percepción del tiempo se vio alterada  así que me pareció interminable. Mi vista se nublo y apenas veía los contornos de las sillas  una tras otra como sombras siniestras.
Nunca he tenido tanta certeza de estar en un lugar  ficticio. De ser parte de una fantasía inconclusa. Creí morir ¡No se porque, creí morir! Después perdí el conocimiento.


 
(En ese instante  vi tan alterado a  Blackburne, que intente primero tranquilizarle aún hipnotizado   y regresarle a la plena conciencia. Por alguna razón el joven Algernon Blackburne no fue capaz de salir de aquel trance. Y  comenzó  la siguiente narración.)



Lo primero que vi fue aquella extraña silla que al mirarle de lejos, su reluciente brillo me hizo pensar en alguna clase de metal pulido, pero conforme me acerque a ella, me pareció más bien de un fino mármol de color apagado, cenizo casi gris.  Incapaz de confiar en el más engañoso de los sentidos que es la  vista. Deslice mi mano sobre aquella superficie que me devuelve ahora la inconfundible sensación de un nudo de madera, ahora la suave superficie de una especie de la cerámica pulida. Y luego a fuerza de mirar y sentir. En un embotamiento de mis sentidos. Solo pude concluir, la certera respuesta de que aquella silla era a la vez  una y todas las sillas posibles.  Y me perturba saber que en aquel “lugar” la silla es el menos angustioso de los detalles.

Apenas escapo al espejismo de la silla, que pude arremolinarme en ella.
 Les percibí sin mirarles. No quería, verles. Miles, podrían ser cientos de miles.  Rodeándome. Si en tal lugar hay un “arriba” y un “abajo” un “este” y un “oeste”. Todos esos lugares estaban ocupados por otros como yo.
Seres silentes. De miradas absortas, dubitativas, de frentes perladas por el sudor. Aparecen de repente sonrisas nerviosas, ataques de ira, gestos resignados. Vi en esos rostros todas las expresiones posibles a un ser humano.
E intente adivinar la razón que animaba sus rostros. Erróneamente me creí en medio de algún sueño.  

Y ahí, en medio de mi enfebrecida visión. Les oí. Si es que tal cosa es posible. Les oí con la misma claridad como si hubiesen hablado al unísono. ¡Les oí sin verles mover los labios! Hablando un mismo idioma ajeno a la rima o la prosa. Más cerca de la matemática que a la semántica. Sin importar su tono de piel  Blancos, negros amarillos o  cafés. Ensimismados en aquel dialogo de maravillosas permutaciones. De planes siniestros, de contraataques. De sacrificios.
Y esa extraña lengua les llevaba al éxtasis. De la alegría a la tristeza. Y mire entonces sobre la mesa que se extendió frente a mi silla y apareció un hermoso tablero de ajedrez de un material que ni siquiera podría intentar describir. Deslumbrado por aquellas piezas casi con vida propia y por  encima de todas aquellas voces, una gran voz.

-¿Blancas o negras? –Escuche solo para mí.
No recuerdo el color que escogí,  ni el extraño gozo que el juego me producía

Quizá ganar es hacer tablas!?
El juego avanzó y me convertí en uno más. Y mientras el juego se complicaba
Mire hacia algún punto impreciso. Pudo ser arriba o abajo pero  lejos de otros como yo. Buscando inspiración Y entonces ¡Le mire! Por una fracción de segundo, vi el velo caer. Y supe en ese instante que mienten piadosamente  al afirmar que somos hechos a su imagen y semejanza. ¿Cuántos ojos caben en aquel brote obsceno? ¿Cuantos de sus ojos pueden mirarme a la vez?   Y aquellos escamosos tentáculos bamboleándose en “extraños” compases al  mover las piezas de todos esos tableros.

(Algernon se retorcía en el diván presa de un miedo atroz hasta que conseguí sacarle lentamente  de esa extraña regresión más allá de todo tiempo en la vida de Algernon.  Despertando  aparentemente tranquilo.)
Lo demás es lo mismo que le he dicho a la policía cuando me interrogó:
-Despertó  y se paro del diván. Le pedí que se sentara y descansara un rato después de aquella terrible regresión.  Pero me ha dicho que estaba bien.
Pidió un poco de café y al salir con mi secretaria por el. El joven Algernon tomo las tijeras sobre mi escritorio sacándose los ojos con ellas. ¡No pude pararle a tiempo!



Los padres de Algernon Blackburne han decidido acusarme por el deterioro en la salud de su hijo… no les culpo. Huiré y  borrare el expediente de Algernon. Temo que los medios han filtrado algunos detalles de la regresión hipnótica de Blackburne. Y aquellos  extraños hombres que me han rodeado en una oscura calle rumbo a mi casa.  Sin  recelo han jurado  pertenecer a una secta que creía disuelta. Me han pedido consultar toda el expediente de Algernon pues afirman que en el se esconden claves y ritos perdidos. Les digo que no cooperare. Hablan  entre si.  Creí por un momento ver con la luz de la luna los  ojos verdes y la mancha en la frente  del  viejo campeón  Radjabov. Mientras me susurra en ingles:



“¿De que le sirve a un hombre de prodigiosa memoria, arrancarse los ojos cuando su mente contempla  el único recuerdo que misericordiosamente le había sido vedado?”

13.10.11

CONVERSO


CONVERSO

   Mi nombre es  Shemtov Schreiber tengo  63 años, nací en Sevilla, España y crecí  bajo la fe de mis padres hebreos.

Desde joven me dedique a estudiar la palabra de Dios. Pronto bajo el dominio musulmán   me contacto un grupo olvidado ajeno a la tradición.

Ahí descubrí que la única manera de conseguir ciertos conocimientos es abrevar en distintas fuentes, muchas de ellas más allá de la fe que profesaba, e incluso más allá de la fe de mis nuevos  maestros.

 Para mi  propia gente esto es una herejía. Que yo no comprendo, porque Alá lo rige todo. Incluso el desatino de los hombres por señalar lo que es una herejía.



Es mejor concentrarse en su gran amor y como la mayoría de la gente

Que ve en los milagros la presencia de Dios, como un suspiro de su voluntad.

Yo puedo sentirle en cada ser humano, en cada acto, en cada día el latido de su corazón. El latido de su eterna voluntad.



Ya desde mi primera lección en la madraza recibí la gran enseñanza que lo encierra todo, a través de una parábola:



Cuando  la madre jugando con su hijo le dice: Te amo.

Expresa sus sentimientos a través de una sentencia que todos conocemos.

El mensaje para su hijo  fue esparcido. La esencia del sentimiento permaneció en su corazón. Como el Corán, que expresa una suprema voz.

En mi religión el sagrado libro del Corán es copiado y esparcido entre los creyentes alrededor del mundo, pero el Corán permanece en el centro de Alá para siempre.



La palabra es un eterno y omnipresente verbo de Dios. Y sin embargo comprendí que el  mensaje es solo la mitad, cuyo complemento es su escritura y entonación. Porque un Corán escrito en otra lengua es impuro.



Es simple, el Corán es la última revelación.  Es una corrección para una desviación judía, una anomalía creada deliberadamente para evitar revelar importantes verdades.

 Pero al  final la verdad esta más allá de todo adjetivo,  esa luz no puede ocultarse para siempre. Y no puede evitar pensar que esto será como debe ser.

La mitad de la enseñanza corre en mi sangre y la otra en el Corán.

LA COLECCIÓN


LA COLECCIÓN



Desde niño desarrolle una extraña fascinación por lo extraordinario. Y fue siendo niño cuando  al abrir un viejo libro  les descubrí.

Todas esas manos blancas de porcelana con líneas negras surcando sus palmas.

Pronto leí con avidez que era posible trazar la historia de una vida, si podías leer correctamente la  mano de un hombre. Que  su vida se encriptaba  en surcos y montes.

Me fascino saber que la mano derecha de un hombre lleva inscrita en su totalidad la mejor de las vidas posibles que ese hombre puede tener.  Y en la mano izquierda la vida que en realidad tendrá.

Que el color, la temperatura y la forma de una mano señalan su temperamento. Y el ancho y el largo de sus dedos le dispondrán para crear o destruir.

Mi “trabajo” me permite estudiarlas a conciencia y creo haber llegado a un grado de dominio en este arte. Sin embargo no puedo evitar pensar en dos excepciones que me esquivan.

 He comenzado a trabajar sobre manos cada vez más jóvenes y no he encontrado una alteración significativa en el largo de la línea de la vida.  Y me pregunto si existirá alguna explicación para comprender esta anomalía.

La segunda  pregunta que no consigo resolver es tan simple y a la vez tan angustiante en mi intención por comprender a plenitud esta “ciencia” que ahí en la penumbra lejos de miradas prejuiciosas incapaces de comprenderme  cuando estudio sobre mi colección de manos.  La gran pregunta: ¿En que surco de que línea esta escrito que la mano perderá a su dueño y este su vida?

SCHADENFREUDE


Schadenfreude



Puede parecer normal que hayan sido los alemanes quienes se tomaron la molestia de crear una palabra exclusivisima para designar esta sensación embriagante.
 Desde mi punto de vista cualquier persona o nación en el mundo pudo crearla. Si acaso habría que darles el mérito de tomarse la molestia de nombrarlo.


Hace doce años que trabajo en el subterráneo de la ciudad. Amaba mi trabajo. En verdad lo amaba-

Todos los días tomaba mi unidad y desde la cabina, estación a estación operaba las puertas de los vagones para permitir entrar a los usuarios, revisaba que las puertas cerraran correctamente y eventualmente dar algún aviso por el altavoz. Poco más que eso.
Siempre he visto  a la gente acercarse a la línea amarilla  cuando llego a una estación. Así que esa tarde la primera vez que ocurrió, no lo espere. Era una de las estaciones más llenas ya hace ocho años.
  Cuando la unidad iba casi en la mitad del anden  apenas le ví como  una sombra. No pude frenar. Arrolle aquel cuerpo que solo después, cuando me ordenaron por radio que hiciera la unidad atrás, descubrí  era  una mujer. No quiero ni pretendo comprender las razones que llevan a alguien a cometer un acto así. Solo quería saber ¿Por qué me sentía culpable de esa muerte. 


Aquellos eventos ocurrían entonces tan pocas veces que nos daban un mes en la playa con los gastos pagados. Ha sido el peor mes de mi vida.  Recordaba la lenta marcha atrás de mi unidad y yo mirando desde la cabina. No debí retroceder tanto. Solo quería darle espacio a los paramédicos para retirar el cuerpo. Fué entonces cuando no pude evitarlo. Le mire. Ella no tenia rostro. Por un mes solo podía imaginar miles de rostros. De cejas pobladas y nariz pequeña, quizá de labios gruesos. Pero entre todos los rostros imaginables nunca pude imaginar como serían sus ojos ¿Cómo sería su mirada?
Fui al psicólogo e intento convencerme de la obviedad esquiva de que yo era inocente.

El tiempo no cura nada que importe. Solo lo destila. Le  hace más preciso. Acera nuestros recuerdos emocionales al coste de pequeños detalles que se entierran en nuestro subconsciente.


  Solo pasaron tres años  y alguien más cambio mi vida, un señor  de 40 años. Cayó sin voluntad. Quiero creer que estaba muerto cuando le pase encima. Que su corazón le mató y no yo.
Me gane un mes más de vacaciones y una palmadita del psicólogo.

           
Desde hace dos años ocurren tan frecuentemente que ya no dan meses de vacaciones pero la palmadita en la espalda continua y nuestro trabajo también.

He visto a una chica casi correr para caer frente a mí. Todos caen de perfil mirando a las vías. En mis sueños les detengo gritándoles, suplicándoles que no lo hagan. Busco sus ojos. Necesito mirarles. Pero siempre tienen  la vista perdida, mirando a las vías.

No lo resistí más.  Fué la última chica. Desde hace un año pedí mi cambio a vigilancia. Comprendí que en cada una de esas muertes se murió algo de mí, comprendí que el vacío de lo que murió esas veces se lleno por fuerza con algo siniestro.

Gente que no conocí cambio mi vida  y ahora he consumado mi plan para calmar este sufrimiento.
Ayer durante la hora pico de la estación  alguien desconecto las cámaras de vigilancia. No hay evidencia de lo que ocurrió solo los testigos presenciales.

 -“Nos bajaron porque alguien se aventó a las vías”. –decían.
 Y en mi interior un regusto recorrió cuando  algunas personas decían  mezcla de miedo y morbosidad -“yo estaba en el anden cuando el metro intento detenerse”. -Me regocije con una malsana sensación de superioridad cuando algunos afirmaban:“Yo vi. cuando se cayo”.

Entonces quedaba solo el toque final de mi plan. Disfrute cada segundo mientras caminaba lentamente hacia  la operaria del metro  recluida con el policía en la cabina. Y ví mi reflejo.

 Escuche cuando dijo:-Cayó de espaldas, estoy segura. Quizá le empujaron. -
Un gozo se apodero de mi cuando   por fin me libere de aquel mal. Me acerque a la compañera y le di una palmadita en la espalda.  La misma palmadita en la espalda que le di a un desconocido hace unos minutos, para poder mirarle a los ojos antes de empujarle a las vías.




AMOR UTOPICO


AMOR UTOPICO





La  fría mañana del 28 de septiembre del 2010  Karla y Erik se conocieron. Finalmente sus vidas se cruzaron al  atravesar la calle en sentidos opuestos.Un encuentro que duro apenas lo que dura una mirada.  Tan breve como les tomó llegar a la acera, tan largo, que ambos supieron que nunca se repetiría.

Ya de joven,  Erik comenzó a cultivar la extraña afición de  conocer todas las filias y perversiones. Era un desesperado intento  por  comprender todas esas  formas, en que una persona es capaz de expresar un sentimiento tan latente y básico como el amor. Esa afición era  sobre todo un impulso irrefrenable por comprender la forma en que él amaba. Y mientras más formas de amor, e historias conocía, pronto le resulto evidente que casi cualquier cosa puede ser cargada con un sentido erótico o afectivo. Que no existen barreras de sexo, raza o número de participantes. Por eso no le resulto extraño cuando  supo de una mujer que se enamoro ¡De un muro en alguna olvidada calle de Ámsterdam!



 Y mientras más conocía del amor,  fue cada vez más claro  que él había elegido de entre todas aquellas filias posibles, la más siniestra de todas. La de pretender  amar y ser amado por una misma persona. 

 En realidad ¿Era esa realmente  la forma en que el deseaba amar? Ó solo estaba heredando un concepto social ampliamente aceptado,(vivía en una sociedad que finge vivir bajo el patrón de una relación monogámica).
 Y sin embargo no quería, no podía amar de otra forma. Si bien a veces fue él, quien  no amo con la misma intensidad que era amado ó no fue amado a su vez como hubiese deseado.
En la busqueda frustrada de su amor, prefiguró la razón de sus fracasos. Ella a quien esperaba  Nunca apareció. Ni siquiera durante ese  par de relaciones cuando por un instante  creyó  que la había encontrado finalmente. 
 En realidad  nunca la conoció, nunca hubo un encuentro casual. Ni visiones o sueños donde la presencia de ella le fuese revelada. Nunca existieron la concurrencia de las casualidades con las que Dios suele dictarnos su voluntad.
A veces titubeaba. le parecía perversa la idea de aquel amor bilateral, perfecto. Más perturbador hubiera resultado saber que esa forma de amor era compartida por la persona que el buscaba.

Que en efecto, el objeto de su afecto era real.

Karla enfrentó el problema del amor desde otra perspectiva. La del ensayo y error. Si aquella persona reservada para ella, existía  solo era posible conocerla a través de un intensivo concurso de aspirantes. Novios, amantes y un esposo. Sin embargo él jamás llegó.  Intento querer cientos de veces para llegar  a ese amor que en la vida real solo se nutria de fé.

Ella le intuía, le sabía algo más que un sueño sin rostro o nombre.

Y eso hacia más sublime su amor. Porque sin conocerse jamás, ambos sabían que el otro existía  y que en su vida cada uno añoraba y amaba al otro con la misma certeza con la que  el día a día se había empeñado en nunca colocarlos en el mismo lugar. Con la misma certeza que tuvo Dios para no poner en medio de ellos a una  tercera persona que les  presentara. 
Y era este amor alimentado con la ausencia permanente. Quizá la más aberrante de todas las perversiones conocidas. 


Algo diferente debió ocurrir esa noche del 27 de septiembre del 2010. Karla sintió una aprensión inexplicable y comenzó a llorar. Poco a poco esa vaga sensación de tristeza y melancolía se convirtió con total claridad,  con total precisión  en que para Erik había muerto la certeza de que Karla existia.

15.9.11

UCRONIA: Segunda Parte:Untermensch


Segunda Parte: Untermensch





            DZALIZZZZRII fue despertando lentamente. Su verde y pastosa  sangre fría volvió a circular por las venas a un  ritmo normal. Mientras su mente recuperaba plenamente la consciencia. Con una de sus garras escamosas empujó hacia arriba la tapa de la capsula hibernadora mientras sus ojos apenas entreabiertos se deslumbraban con una desagradable luz roja. Esa luz, indicaba que la nave había concluido el viaje estelar en el punto  programado.

 DZALIZZZZRII ya “de pie” sobre sus garras traseras se dirigió a la escotilla. Intento localizar a simple vista su objetivo  pero solo alcanzaba a ver aquel blancuzco satélite.

Tal como estaba previsto, la computadora a bordo de la nave se detuvo unos kilómetros antes de entrar en órbita. Ahora el completaría el resto del viaje.

Ese era el único momento  en que DZALIZZZZRII  realmente se sentía un piloto. Disfrutaba guiar la nave con los controles de mando mientras  la nave entraba en algún planeta.

Era  un pequeño riesgo que  fuera él y no la computadora de vuelo la que calculara la trayectoria correcta para entrar en orbita. Pero quien lo podría evitar estando tan lejos del centro del universo en aquella apartada constelación.

Lo demás se reducía a meterse en su cámara hibernadora para dormir y ejecutar el mismo trabajo de siempre. Un trabajo indigno para él, ex-piloto de un caza estelar. Todas las emociones de su antiguo trabajo ahora se reducían a seguir cuidadosamente los protocolos de seguridad. Si no quería recibir regaños de su jefe. Ó peor aún, podría ser penalizado al momento de recibir su paga.



¡Que diablos! Se daría el lujo de pilotear el ingreso al planeta aunque de regreso lo reprendieran. Además era apenas una  misión  para confirmación de cuarentena. Recogería algunos datos. Los mandaría a la central de su planeta y recibiría instrucciones. Que generalmente eran tan simples como:

 Métase de vuelta a la cámara hibernadora y regrese a casa. Esas misiones de confirmación de cuarentena casi siempre eran falsas alarmas.



A veces un micro agujero negro formado en el lugar incorrecto, duraba más de lo normal.  A veces una estrella de brillo cambiante, a veces alguna nave descompuesta o perdida. Cualquiera de esas posibilidades hacían  saltar  una  de las alertas regadas a lo largo y ancho del universo  y entonces se le mandaba a él, o a cualquier otro trabajador a verificar que todo estuviera bien. Casi siempre esas misiones de cuarentena acababan en una simple recalibración de los satélites. Esos satélites, le habían dicho: “Son vitales, porque  vigilan cuando se presenta  un cambio radical y súbito en la masa de un objeto, solo a través de la alteración en la masa de un objeto puede conseguirse la generación de suficiente energía, que manipulada de forma correcta….

…y  eso es importante cuando quieres asegurar que todo marcha bien en el universo.  O eso es lo único que recuerda  DZALIZZZZRII  de su  aburrido curso de inducción al entrar a ese  trabajo.



Lo que le llevo a recordar que la primera tarea que debía hacer incluso antes que entrar al planeta era revisar la información de los satélites que controlaban los límites exteriores de aquel lejano sistema solar. Se acerco a la consola y ajusto uno de sus seis tentáculos en su cabeza,  a los controles de la nave. La información de los satélites que necesitaba comprobar ya se encontraba almacenada en la computadora de la nave solo necesitaría entrar en el archivo correcto. Cuando reviso los parámetros  que buscaba, para su sorpresa. ¡Todos los satélites distribuidos alrededor del perímetro de este sistema solar mostraban perturbaciones!  Aquello descartaba los micro agujeros negros  que solo pueden disparar una alerta a la vez.

El sol seguía activo y los registros no mostraban un cambio radical en su brillo. Ni evidencia de tormentas solares de proporciones importantes.

Quizá un convoy o incluso alguna nave averiada había atravesado aquella zona y el  desperfecto en la nave habría evitado que los satélites registraran su origen.

Todas las naves con capacidad de vuelo estelar. De todas las civilizaciones conocidas en el universo deben tener un número de serie y una señal particular que permita a los satélites registrar su número de serie. Justamente para que no se conviertan en una falsa alarma.

Pensó en un convoy  de naves mercantiles. Pero sería raro  en aquel sistema ubicado en la orilla. Quizá una sola nave perdida dando vueltas. Penso en todas las explicaciones posibles. Tal vez, si una nave hubiera sufrido un desperfecto o hiciera una parada de emergencia. Apenas dos planetas y una luna de aquel sistema solar aparecían en las cartas estelares como baños públicos y/o repostaderos. Pues contaban con agua.

Y solo uno de ellos parecía capaz de albergar vida primitiva ya hace millones de años cuando alguien volvió a darse una vuelta por este lugar.

 Justo  de ese planeta,  surgían las alteraciones de origen en los cambios de masa. Los satélites mostraban que las alteraciones de masa eran siempre de la misma magnitud. Y sea lo que fuere se desplazaba  a velocidades 1.8 superiores a la velocidad de un taquión.

 Las escamas  de  DZALIZZZZRII se oscurecieron. Quizá aquello si fuera una misión de cuarentena después de todo. Y  el planeta que estaba a espaldas de su nave era el principal sospechoso por eso la computadora de vuelo  había escogido aquel punto para detenerse.



Se arrepintió de calcular por el mismo la trayectoria ideal para entrar en la orbita de aquel planeta y prefirió que la computadora hiciera el cálculo. No tomaría ningún riesgo. Mientras la nave ingresaba a velocidad constante, DZALIZZZZRII uso la conexión que mantenía entre la computadora y su tentáculo y reviso lentamente el manual de la compañía. Cuando la nave se detuvo  a la altura correcta ya en el cielo  azul. Mentalmente sabia que a partir de ahí, debería cumplir una serie bien ordenada de pasos.

Primero debía lanzar las sondas exploradoras del tamaño de una pelota de golf , las cuales debían  dispersarse alrededor del planeta para reunir  la información  sobre  las  condiciones geológicas y   de vida en el planeta. Apenas unas horas después y  la información que iba siendo enviada por las sondas se proceso en datos que DZALIZZZZRII  ahora debería  interpretar.

Desde su cabina era capaz de determinar cuantos tipos de vida existían.   Las sondas detectaron una multitud asombrosa y variada que iba desde formas microscópicas   hasta unos seres marinos ululantes que viajaban en grupos. La siguiente tarea era determinar el modo en que interactuaban estas especies entre si

Y  sin lugar a dudas entre todas esas especies había una que dominaba abrumadoramente a las demás. Aquel planeta al igual que el planeta de los Xeles. Del cual venía DZALIZZZZRII  eran una minoría en el universo. Cuando has viajado a través de él. Sabes que muchos ecosistemas planetarios son “cooperativos”.Porque  las especies de un planeta son autótrofos, es decir, se alimentan de elementos sin vida como el dióxido de carbono y con la luz del sol generan una reacción química de la fotosíntesis para producir carbono.  Como las plantas. Y lo mismo ocurre con las otras formas de vida conocidas en el universo cuya base es el amoniaco o el silicio en lugar del carbono.

Hay otros planetas donde una especie si se alimenta de ciertas partes del cuerpo de otra especie y esas partes del cuerpo que sirve de comida a otros. Se regenera o “florece” de una manera regulada y armoniosa manteniendo un equilibrio casi perfecto.

  Pero en otros ecosistemas como este y el planeta de los Xelex, existe una cadena alimenticia de seres heterótrofos  que se convierten en depredadores y hasta donde se sabe, es la naturaleza depredadora un rasgo que generalmente va desarrollando un sutil y raro tipo de inteligencia agresiva que le permite a una especie convertirse en la punta de la pirámide alimenticia. O dicho brevemente; Ser agresivo te hace inteligente.  

Cuando  DZALIZZZZRII determino a consciencia quien ocupaba este lugar prominente en la pirámide alimenticia local  su siguiente tarea era investigar a fondo todas sus características. Los resultados al analizar su ADN le estremecieron.

Aquella especie compartía  cerca de un 70% de información genética con la raza Xel.

Recibió las termografías para detectar sus núcleos de calor. Pues al ser animales de sangre caliente buscarían  zonas templadas antes que frías para vivir.

Localizó los núcleos de población mas numerosos y comprobó la naturaleza gregaria de la especie  y su número. Cerca de tres mil millones de seres humanos habitaban y dominaban la vida del planeta.

 Le asombro descubrir  que parte la energía con que se mantenían los nidos humanos procedía de fuentes nucleares. ¡Esparcidas en el mismo planeta! Expuestas a posibles daños por guerra o desastre. Cuando el estándar galáctico es llevar estas formas de energía a planetas o satélites colonizados

Quizá esos seres no eran tan brillantes después de todo. Calculo el último registro conocido del planeta y el nivel de vida inteligente en ese entonces. Ni siquiera existían los homínidos. Sino grandes saurios que compartían el 89% de información genética con la raza Xel. En un tiempo demasiado breve evolutivamente hablando. Los seres humanos consiguieron llegar a un nivel tecnológico asombroso.



Las alarmas de todo el sistema solar se habían activado en menos de una semana y bajo ese patrón se había pronosticado que pronto habría  alarmas más allá del sistema que pronto entrarían en acción cuando detectaran un nuevo cambio de masa súbito. Su misión ahora era confirmar la naturaleza del “evento” y lo que lo producía. Este “evento” ocurrió el 24 de enero del 2033 a las 16:00 hrs. tiempo local. Las sondas detectaron y comprobaron que un artefacto tripulado por humanos había ejecutado un viaje hiperlumínico desapareciendo su masa y transformándola en una energía que se desplazaba 1.8 veces la velocidad de  un taquion. Lo cual significaba que aquella raza era capaz de viajar a una velocidad superior a la luz. Y confirmando los registros de las alarmas.

DZALIZZZZRII llegó al lugar apenas minutos después que el suceso ocurrió. Los lectores aun podían detectar rastros del viaje en el espacio donde antes se encontraba la nave terrestre.  Y en derredor cientos de hombres celebrando aquel viaje. Era la última prueba antes del lanzamiento oficial el día 30 de enero con motivo del centenario del Tercer Reich.

El siguiente paso seria estudiar a algunos sujetos de la especie en su hábitat natural.

Abrió una gaveta y con una especie de garra metálica  extrajo de un minúsculo recipiente algo parecido a una cucaracha una especie que ya existía durante la última visita al planeta. Hace 300 millones de años.  Pero solo parecía una cucaracha. En realidad su exoesqueleto era de un metal ferroso asombrosamente frágil. Aquello no impresionaba a DZALIZZZZRII. Lo que si conseguía impresionarlo  era que en el interior de aquel “insecto” había en su interior algo aún más pequeño. Nanotransmisores que se implantarían cuando aquel  “insecto” se posara sobre un humano. A partir de ese punto  durante el sueño del sujeto a observar  analizaría su psique.

Darek Maurer, el apenas sintió un pinchazo, e instintivamente, dio una palmada sobre su cuello. La palma de su mano se lleno de un liquido viscoso del que apenas pudo identificar una diminuta ala de lo que parecía un insecto muerto. El nanotransmisor iba ahora en dirección a su cerebro.



Sin dudarlo DZALIZZZZRII activo la  misión de cuarentena. La onda de choque empezó  en cada una de aquellas pequeñas pelotitas,  que hasta ese momento solo habían recolectado información. Los satélites terrestres dejaron de transmitir. Celulares, señales de televisión, internet y las comunicaciones de satélites militares, meteorológicos, espías. Todo colapso. El 30 de enero del 2033 cuando Darek Maurer salio a esa pequeña terraza de mármol blanco se sintió observado. Giro sobre si mismo en dirección al salón que apenas unos minutos antes había dejado. No había nadie. Le miraban desde arriba DZALIZZZZRII tenia los resultados finales sobre las impresiones de la mente de Darek Maurer. DZALIZZZZRII desde su nave con  repulsión se estremeció y supo que aquel ser y su especie no merecían compartir el mismo universo. Los Xelex eran seres agresivos pero su agresividad era producto de una imperiosa necesidad de ganar espacio para una especie que engendraba generaciones de miles de millones. Los Xelex mataban a otras especies y colonizaban pero solo hasta que era absolutamente necesario para su supervivencia.  Y lo hicieron hasta que una raza superior les “controlo”. La gran diferencia entre los Xelex y los humanos era la  innata y morbosa facilidad del ser humano para dañarse a si mismo y a otros.  El ritmo de su asombroso  desarrollo tecnológico y su maldad “gratuita” que ahora se personificaba con plenitud en aquella civilización y sobre todo en aquel ser. DZALIZZZZRII  lanzó una onda de choque de partículas sobre Darek Maurer  cuyo cuerpo quedo aplastado sobre la losas blancas de la azotea. Era curioso desde donde estaba la nave de DZALIZZZZRII, los restos de Darek Maurer parecían los de una cucaracha aplastada.

Una hora después una segunda nave Xel, del tamaño de un acorazado estelar. Llego a la orbita terrestre. La misión de cuarentena se había convertido en una misión de otro tipo. Había que exterminar a esta plaga surgida en un apartado rincón del universo antes de que se expandiera a otros planetas.  

De la nave saldrían  cientos de miles de  “insectos”  esta vez no inocularían nanotransmisores. Llevaban en su interior un virus altamente contagioso  que atacaría únicamente al  sistema inmune de los seres humanos sin afectar a otras especies. La operación de exterminio tendría lugar aquel mismo 30 de enero a las 20:00 hora local.

14.9.11

UCRONIA Primera Parte


UCRONIA

Primera Parte: Übermensch

  

¿Puede la ausencia de un solo hombre cambiar la historia del mundo?

La respuesta venía ahí, perdida en algunas líneas agata del periódico. Aquel 14 de diciembre de 1931.



Seria la última vez que su nombre aparecería en algún diario. Él, que había sido corresponsal  y soldado en la guerra contra los Boers. Él, que había sido noticia como político, militar y miembro del gabinete de guerra británico en la primera guerra mundial. Ha fallecido  ayer atropellado por un coche, al intentar cruzar una calle en Nueva York. Winston Leonard Spencer-Churchill. Descanse en Paz.

Y esa fue la diferencia.



 Hay  un particular tipo de sueño, que siempre resulta perturbador. Son los sueños donde alguno de los sentidos, (que no sea el sentido de la vista.)  pareciera sufrir  alguna sobreactivación. La inquietud  de tales sueños puede ser placentera como en un sueño húmedo, ó perversa como en las pesadillas.

Y Darek Maurer estaba teniendo uno de los malos.

Los ciegos de nacimiento incapaces de ver, solo sueñan con sonidos. El resto de las personas hacen del  sentido de la vista la vía mas simple  para que el  inconsciente de rienda suelta a todas sus necesidades latentes de expresión.

Así que cuando Darek Maurer se sintió incapaz de mirar absolutamente nada. Intuyó que algo iba muy mal en su sueño.



Apenas unos segundos antes, en su ensoñación, caminaba por la gran plaza. Y de pronto todo se nubló.    

Como si todos los sentidos se concentrarán en uno solo. En el sentido del tacto. Una nueva hipersensibilidad se concentró en un solo lugar; la planta de su pie.

A ratos, era capaz de percibir la sensación de la suela de su zapato, y la propia suela se convertia en una extensión más de su cuerpo, parte de su piel. Así pues a pesar de no estar descalzó sentia con la suela las frias baldosas de la plaza.

Fue entonces cuando con el roce del suelo supo que una cucaracha tocaba la suela de su  zapato.
como si le tocara a viva piel. Ese contacto le hizó sentir  sucio,  y aquel roce  le recorrió todo el cuerpo. Como  invadido por cientos de insectos.  Empezó a sentir los bordes de uno de los 8 respiraderos con los que cuenta una cucaracha, rozando su dedo gordo .Noto las vibraciones en  las antenas de la cucaracha,  moviéndose con desesperación al tacto de su pie.

Lo demás vino solo, una ola de repugnancia se  revolvió en su interior.  No se trataba solo de las sensaciones al sentir a aquel bicho.

 Era algo más. El derecho, la certeza de saber que un ser como aquel insecto, no podía vivir en el mismo planeta y que él, Darek Maurer se lo haría saber.

Con el peso de su cuerpo empezó a aplastarle. Primero uso  la propia fuerza de su  pierna  y poco a poco vino la sensación de ir presionando. De  apreciar lentamente como la diminuta  coraza cedía en medio de un desagradable ruido. Y encima de todas esas sensaciones tuvo la permanente sensación de una nauseabunda viscosidad pegandose a la planta de su pie.

Tallo su zapato sobre el blanco mosaico,  en vano  intento mirar lo que hubiese quedado. Alguna mancha, cualquier cosa. En su mente quedo claro que  vendría el alivio, solo al contemplar a aquella bicho muerto. 



La música del despertador terminó su sueño. Las voces de aquel coro inundaron su habitación:

Deutschland, Deutschland über alles,

Über alles in der Welt,

Wen es stets zu Schutz und Trutze…”

¡Eran las 6 de la mañana!

Maldijo por haber puesto su despertador tan temprano. Acaso no había pasado toda la noche en la reunión del partido. Afinando los detalles para la celebración.

Se había prometido a si mismo escabullirse de aquel compromiso lo antes posible. Descansar una noche completa. Habían sido meses de largo trabajo y estrés. Lidiando con  fechas de entrega, amenazando con severos castigos ante la minima insinuación de alguna demora en los planes. Removiendo personal  incompetente. Ajustando calendarios, cuya fecha final era inamovible. Solo deseaba un descanso. Ya ni siquiera le reconfortaba dormir.  Todos sus sueños estaban siendo tan desagradables, que  últimamente  prefería simplemente acostarse y  relajarse.
Relajarse era lo que necesitaba. Se tumbo de nuevo sobre la cama fatigado y el sueño le venció.


Era tan extraño, ahora si podía ver. Estaba en medio de la selva comiendo junto a su familia. Era una sensación tan agradable. Disfrutar del sol y de aquel exótico lugar y de pronto lo supo, algo en su piel se lo advirtió. Esa certera sensación  se desvaneció  con un  terrible viento  que le levantó del suelo. Sintió una angustia paralizante. Y si se hubiera podido mover de nada le habría valido. Ya en el aire en medio de aquel torbellino solo se dejaba llevar  mirando a sus familia desperdigándose  en el cielo por un día y una noche entera (eso le pareció en su sueño).

Después solo sintió su cuerpo caer, la selva quedo atrás y ahora  el polvo llegaba hasta donde daba su vista que no era mucha porque toda su familia seguía cayendo. Con alivio miro de nuevo. Y  entonces ahí estaba. La inmensa pirámide, la esfinge  y los templos. Y no sintió ninguna admiración por aquellas construcciones.

Solo sentía un hambre insaciable.



Los sonidos en su puerta le despertaron. Aun medio dormido abrió la puerta.

-Señor, disculpe que le moleste. Le están esperando para llevarlo a su reunión de las 10:00.

Darek Maurer  miro el reloj de su cabecera eran las 10:30 se alarmó y sin pronunciar palabra miro a su sirvienta. Ella intuyo el reclamo.

-Tocamos hace cuarenta minutos pero no abría su puerta. Le creímos dormido. Y no nos atrevimos a molestarle.

Con el tiempo encima se vistió con  el uniforme de gala negro  que calzaba perfecto sobre aquella masa de 1.88 tallada genéticamente primero y después con arduo entrenamiento.  Bajo para abordar el vehículo que lo llevaría a su cita.
Al pasar por la ventana de su habitación miro a  la plaza finalizada en el año 53.
Sin embargo ahora lucia como nunca. Remozada y adornada con los pendones, los hologramas y  ahora tan llena de vida con los jóvenes que llegaban de todo el país.

Esa vista le puso  de mejor humor.  Era un día especial, el 30 de enero de 2033.
Hoy se cumplían los primeros 100 años del Tercer Reich! 

Y el, Darek Maurer el Reichsführer-SS.  Líder de las SS, era el segundo hombre más importante de Alemania y por extensión del mundo.  -Las SS, siglas de Schutzstaffel (en español, escuadrón de defensa.) empezó como la guardia de Hitler y posteriormente de todos los miembros del  partido nazi. Fue durante la segunda guerra mundial cuando las SS desarrollaron muchas de las actividades que le dieron su actual importancia. Con una rama política  y otra de espionaje. Controlaron la vida interna de la Alemania y con las Waffen SS  influyeron como un cuerpo de elite dentro del propio ejercito alemán. Una vez ganada la guerra. La estructura de las SS tuvo como misión convertirse en la elite gobernante del mundo bajo las órdenes de Hitler  y después de su muerte en junio de 1952 a consecuencia del mal de parkinson. Su sucesor Reinhard Heydrich (1904-1984), le sucedió hasta su muerte.-   

 Sería un invitado especial para los festejos del primer centenario de un reino destinado a durar mil años. 




 Después del desayuno y la segunda  copa de vino la gente comenzó a dispersarse. Una plática llevo a otra y en todos los grupitos regados a lo largo  del gran salón le detenían. Intentando saber cual era la gran sorpresa que se tenía preparada para la noche. Todas las demás actividades programadas para el festejo del centenario fueron divulgadas. Excepto una, cuyos detalles quedaron en secreto y simplemente  fué anunciada con su hora de inicio a las 20:00 horas.

Empresarios, Oficiales del ejército. Periodistas afines (una obviedad porque no los había de otro tipo). Intentaban averiguar cualquier cosa. Lo poco que había conseguido filtrarse era que la Luftwaffe –fuerza aérea alemana- era la encargada de desarrollar el proyecto bajo financiamiento directo de las SS.-

Y eran justo los miembros de la Luftwaffe. Quienes le buscaban para informarle por centésima ocasión  que todo marchaba bien y un segundo después que algún insignificante retraso había ocurrido y posteriormente le buscaban  para  informarle que el problema había sido corregido.

Darek Maurer  se alejo  un instante de aquel bullicio para dirigirse  a uno de los hombres más solitarios en aquella reunión. El embajador de Inglaterra  en Alemania. Eduard Campbell de 52 años. Un hombre bajito, de  piel clara, cabeza prominente y nariz ganchuda que le permitía sostener los pesados anteojos que solía usar. De padre británico y madre americana. (Se sospechaba que su madre era de ascendencia judía, cosa que  Darek Maurer confirmo a través de sus espías en America. Y que sin embargo tolero).- Eran tan raros los judíos que sobrevivieron a la gran guerra y los años siguientes, que muchos huyeron a America y cuando incluso ahí ya no pudieron escapar del exterminio intentaron ocultarse como gentiles. 

Campbell tenía dos años como embajador en Berlín.  Un termino eufemístico ya que en realidad Inglaterra ya no era una nación independiente desde su rendición el 28 de mayo del 40.- Se ha especulado en algunos círculos académicos demasiado liberales, con la idea de que Halifax -entonces secretario de asuntos exteriores ingles durante la segunda guerra mundial - en la reunión urgente del gabinete de guerra del 26 de mayo decidiera estúpidamente rechazar las negociaciones de paz con Alemania. Cosa a todas luces imposible toda vez que ya para esa Fecha Hitler controlaba toda Europa y los propios británicos acababan de ser humillados en Dunkerque. Dicen que quizá alguien con mayor peso y tesón en el gabinete abría inclinado la balanza a favor de continuar la guerra. Pero en ese punto todos los historiadores coinciden que incluso así el Tercer Reich habría ganado la guerra.

Ahora Inglaterra, solo era un protectorado y su antiguo imperio pertenecía ahora a la Gran Alemania. 

-Mr. Campbell. Espero que haya traído mi encargo-

-Por supuesto, lo tengo en mi maleta-Campbell saco de su maletín una antigua biblia empastada.

-Sabe, creo que he estado teniendo sueños recurrentes con algún pasaje de ese viejo libro suyo- dijo Darek.

-No le creo. ¿Usted sueña? –Pregunto incrédulo Campbell mientras miraba 20 centímetros por encima de el. Buscando los ojos de su interlocutor. En  realidad Campbell se preguntaba si un hombre del tipo insensible y tiránico  como  Darek Maurer podía soñar. ¿Acaso para soñar no se necesita del inconsciente y finalmente tiene inconsciente alguien que parece carecer de conciencia y moral?

-¡Claro que sueño, como todo mundo!-Respondió Darek- Solo que últimamente mis sueños son demasiado vividos y ahora puedo recordarlos más fácilmente.

-Que cosa más curiosa y… ¿Con que parte de la biblia cree soñar?

-Bueno no conozco la biblia en profundidad, ni su orden. Para mi solo es solamente un libro mitológico.- En realidad Darek Maurer  si la conocía a profundidad al menos algunas partes. Había leído la Biblia en su juventud. Y la encontraba fascinante vista como una gran historia de fantasía. Sus propios padres aún habían sido protestantes pero el no. Cuando Darek nació ya era costumbre que los padres  evitaran inculcar en sus hijos viejas costumbres religiosas ajenas al partido nazi.  En esencia solo se necesitaron cerca de tres o cuatro generaciones para erradicar gradualmente aquellas religiones que antes dominaban  la vida espiritual de los alemanes.-Creo que es alguna parte del éxodo.

Campbell ajusto sus gafas y busco rápidamente el éxodo. –Aquí esta- Pasándole el libro a Darek. Quien empezó a pasar su dedo índice de arriba abajo por cada pagina hasta detenerse en éxodo 10:13.

-Disculpe Reichsführer, sabe como todo mundo siento curiosidad por la última actividad programada para la conmemoración del centenario. ¿Podría darme alguna pista sobre lo que tienen preparado?

-Mr. Campbell a usted se lo puedo decir, después de todo quien le creería hasta no verlo.-Un sentimiento de superioridad tan latente en Darek Maurer afloro en su mente. ¡Y porque no debería albergar tal sentimiento¡ Finalmente era un hombre poderoso, pertenecía ya no digamos a una raza superior que por derecho, el derecho que da  la sangre y  el fuego gano su lugar como civilización dominante. Sino que encima formaba parte de la élite dominante de aquella raza.
 Y ese otro enfrente de él, simbolizaba lo peor de las otras razas. Campbell de padre ingles  simbolizaba el viejo imperio decadente que con deshonra prefirió la rendición antes, que defender su imperio. De madre americana. Aquella nación americana, la última que intento oponerse inútilmente a Alemania en lo que fue conocida como la guerra intercontinental de 1946 y reducida gracias a los cohetes V-4 de Werner VonBraun. Ahora los americanos estaban condenados a ser la servidumbre del imperio al que intentaron oponerse. Y finalmente en la peor de las desgracias Eduard Campbell tenia sangre judía. La sangre de aquella subespecie que buenamente fue exterminada. Cuando en los años 90 con las pruebas de análisis del genoma humano se detecto  a casí todos  los últimos judíos.
 Era por todo eso que no dudo un segundo en revelarle a aquella caricatura de hombre los grandes planes que venían.

 Hoy a las veinte horas se realizara el primer viaje oficial de una nave capaz de viajar más allá de la velocidad de la luz. El Führer tiene previsto ya, un plan para colonizar el espacio. –Darek Maurer regreso el libro y salio lleno de orgullo a una pequeña  terraza para tomar un poco de aire.