marquezina

Ultima entrada: SALA DE ESPERA (Ilustración) Fecha de publicacion 30/10/2011

15.9.11

UCRONIA: Segunda Parte:Untermensch


Segunda Parte: Untermensch





            DZALIZZZZRII fue despertando lentamente. Su verde y pastosa  sangre fría volvió a circular por las venas a un  ritmo normal. Mientras su mente recuperaba plenamente la consciencia. Con una de sus garras escamosas empujó hacia arriba la tapa de la capsula hibernadora mientras sus ojos apenas entreabiertos se deslumbraban con una desagradable luz roja. Esa luz, indicaba que la nave había concluido el viaje estelar en el punto  programado.

 DZALIZZZZRII ya “de pie” sobre sus garras traseras se dirigió a la escotilla. Intento localizar a simple vista su objetivo  pero solo alcanzaba a ver aquel blancuzco satélite.

Tal como estaba previsto, la computadora a bordo de la nave se detuvo unos kilómetros antes de entrar en órbita. Ahora el completaría el resto del viaje.

Ese era el único momento  en que DZALIZZZZRII  realmente se sentía un piloto. Disfrutaba guiar la nave con los controles de mando mientras  la nave entraba en algún planeta.

Era  un pequeño riesgo que  fuera él y no la computadora de vuelo la que calculara la trayectoria correcta para entrar en orbita. Pero quien lo podría evitar estando tan lejos del centro del universo en aquella apartada constelación.

Lo demás se reducía a meterse en su cámara hibernadora para dormir y ejecutar el mismo trabajo de siempre. Un trabajo indigno para él, ex-piloto de un caza estelar. Todas las emociones de su antiguo trabajo ahora se reducían a seguir cuidadosamente los protocolos de seguridad. Si no quería recibir regaños de su jefe. Ó peor aún, podría ser penalizado al momento de recibir su paga.



¡Que diablos! Se daría el lujo de pilotear el ingreso al planeta aunque de regreso lo reprendieran. Además era apenas una  misión  para confirmación de cuarentena. Recogería algunos datos. Los mandaría a la central de su planeta y recibiría instrucciones. Que generalmente eran tan simples como:

 Métase de vuelta a la cámara hibernadora y regrese a casa. Esas misiones de confirmación de cuarentena casi siempre eran falsas alarmas.



A veces un micro agujero negro formado en el lugar incorrecto, duraba más de lo normal.  A veces una estrella de brillo cambiante, a veces alguna nave descompuesta o perdida. Cualquiera de esas posibilidades hacían  saltar  una  de las alertas regadas a lo largo y ancho del universo  y entonces se le mandaba a él, o a cualquier otro trabajador a verificar que todo estuviera bien. Casi siempre esas misiones de cuarentena acababan en una simple recalibración de los satélites. Esos satélites, le habían dicho: “Son vitales, porque  vigilan cuando se presenta  un cambio radical y súbito en la masa de un objeto, solo a través de la alteración en la masa de un objeto puede conseguirse la generación de suficiente energía, que manipulada de forma correcta….

…y  eso es importante cuando quieres asegurar que todo marcha bien en el universo.  O eso es lo único que recuerda  DZALIZZZZRII  de su  aburrido curso de inducción al entrar a ese  trabajo.



Lo que le llevo a recordar que la primera tarea que debía hacer incluso antes que entrar al planeta era revisar la información de los satélites que controlaban los límites exteriores de aquel lejano sistema solar. Se acerco a la consola y ajusto uno de sus seis tentáculos en su cabeza,  a los controles de la nave. La información de los satélites que necesitaba comprobar ya se encontraba almacenada en la computadora de la nave solo necesitaría entrar en el archivo correcto. Cuando reviso los parámetros  que buscaba, para su sorpresa. ¡Todos los satélites distribuidos alrededor del perímetro de este sistema solar mostraban perturbaciones!  Aquello descartaba los micro agujeros negros  que solo pueden disparar una alerta a la vez.

El sol seguía activo y los registros no mostraban un cambio radical en su brillo. Ni evidencia de tormentas solares de proporciones importantes.

Quizá un convoy o incluso alguna nave averiada había atravesado aquella zona y el  desperfecto en la nave habría evitado que los satélites registraran su origen.

Todas las naves con capacidad de vuelo estelar. De todas las civilizaciones conocidas en el universo deben tener un número de serie y una señal particular que permita a los satélites registrar su número de serie. Justamente para que no se conviertan en una falsa alarma.

Pensó en un convoy  de naves mercantiles. Pero sería raro  en aquel sistema ubicado en la orilla. Quizá una sola nave perdida dando vueltas. Penso en todas las explicaciones posibles. Tal vez, si una nave hubiera sufrido un desperfecto o hiciera una parada de emergencia. Apenas dos planetas y una luna de aquel sistema solar aparecían en las cartas estelares como baños públicos y/o repostaderos. Pues contaban con agua.

Y solo uno de ellos parecía capaz de albergar vida primitiva ya hace millones de años cuando alguien volvió a darse una vuelta por este lugar.

 Justo  de ese planeta,  surgían las alteraciones de origen en los cambios de masa. Los satélites mostraban que las alteraciones de masa eran siempre de la misma magnitud. Y sea lo que fuere se desplazaba  a velocidades 1.8 superiores a la velocidad de un taquión.

 Las escamas  de  DZALIZZZZRII se oscurecieron. Quizá aquello si fuera una misión de cuarentena después de todo. Y  el planeta que estaba a espaldas de su nave era el principal sospechoso por eso la computadora de vuelo  había escogido aquel punto para detenerse.



Se arrepintió de calcular por el mismo la trayectoria ideal para entrar en la orbita de aquel planeta y prefirió que la computadora hiciera el cálculo. No tomaría ningún riesgo. Mientras la nave ingresaba a velocidad constante, DZALIZZZZRII uso la conexión que mantenía entre la computadora y su tentáculo y reviso lentamente el manual de la compañía. Cuando la nave se detuvo  a la altura correcta ya en el cielo  azul. Mentalmente sabia que a partir de ahí, debería cumplir una serie bien ordenada de pasos.

Primero debía lanzar las sondas exploradoras del tamaño de una pelota de golf , las cuales debían  dispersarse alrededor del planeta para reunir  la información  sobre  las  condiciones geológicas y   de vida en el planeta. Apenas unas horas después y  la información que iba siendo enviada por las sondas se proceso en datos que DZALIZZZZRII  ahora debería  interpretar.

Desde su cabina era capaz de determinar cuantos tipos de vida existían.   Las sondas detectaron una multitud asombrosa y variada que iba desde formas microscópicas   hasta unos seres marinos ululantes que viajaban en grupos. La siguiente tarea era determinar el modo en que interactuaban estas especies entre si

Y  sin lugar a dudas entre todas esas especies había una que dominaba abrumadoramente a las demás. Aquel planeta al igual que el planeta de los Xeles. Del cual venía DZALIZZZZRII  eran una minoría en el universo. Cuando has viajado a través de él. Sabes que muchos ecosistemas planetarios son “cooperativos”.Porque  las especies de un planeta son autótrofos, es decir, se alimentan de elementos sin vida como el dióxido de carbono y con la luz del sol generan una reacción química de la fotosíntesis para producir carbono.  Como las plantas. Y lo mismo ocurre con las otras formas de vida conocidas en el universo cuya base es el amoniaco o el silicio en lugar del carbono.

Hay otros planetas donde una especie si se alimenta de ciertas partes del cuerpo de otra especie y esas partes del cuerpo que sirve de comida a otros. Se regenera o “florece” de una manera regulada y armoniosa manteniendo un equilibrio casi perfecto.

  Pero en otros ecosistemas como este y el planeta de los Xelex, existe una cadena alimenticia de seres heterótrofos  que se convierten en depredadores y hasta donde se sabe, es la naturaleza depredadora un rasgo que generalmente va desarrollando un sutil y raro tipo de inteligencia agresiva que le permite a una especie convertirse en la punta de la pirámide alimenticia. O dicho brevemente; Ser agresivo te hace inteligente.  

Cuando  DZALIZZZZRII determino a consciencia quien ocupaba este lugar prominente en la pirámide alimenticia local  su siguiente tarea era investigar a fondo todas sus características. Los resultados al analizar su ADN le estremecieron.

Aquella especie compartía  cerca de un 70% de información genética con la raza Xel.

Recibió las termografías para detectar sus núcleos de calor. Pues al ser animales de sangre caliente buscarían  zonas templadas antes que frías para vivir.

Localizó los núcleos de población mas numerosos y comprobó la naturaleza gregaria de la especie  y su número. Cerca de tres mil millones de seres humanos habitaban y dominaban la vida del planeta.

 Le asombro descubrir  que parte la energía con que se mantenían los nidos humanos procedía de fuentes nucleares. ¡Esparcidas en el mismo planeta! Expuestas a posibles daños por guerra o desastre. Cuando el estándar galáctico es llevar estas formas de energía a planetas o satélites colonizados

Quizá esos seres no eran tan brillantes después de todo. Calculo el último registro conocido del planeta y el nivel de vida inteligente en ese entonces. Ni siquiera existían los homínidos. Sino grandes saurios que compartían el 89% de información genética con la raza Xel. En un tiempo demasiado breve evolutivamente hablando. Los seres humanos consiguieron llegar a un nivel tecnológico asombroso.



Las alarmas de todo el sistema solar se habían activado en menos de una semana y bajo ese patrón se había pronosticado que pronto habría  alarmas más allá del sistema que pronto entrarían en acción cuando detectaran un nuevo cambio de masa súbito. Su misión ahora era confirmar la naturaleza del “evento” y lo que lo producía. Este “evento” ocurrió el 24 de enero del 2033 a las 16:00 hrs. tiempo local. Las sondas detectaron y comprobaron que un artefacto tripulado por humanos había ejecutado un viaje hiperlumínico desapareciendo su masa y transformándola en una energía que se desplazaba 1.8 veces la velocidad de  un taquion. Lo cual significaba que aquella raza era capaz de viajar a una velocidad superior a la luz. Y confirmando los registros de las alarmas.

DZALIZZZZRII llegó al lugar apenas minutos después que el suceso ocurrió. Los lectores aun podían detectar rastros del viaje en el espacio donde antes se encontraba la nave terrestre.  Y en derredor cientos de hombres celebrando aquel viaje. Era la última prueba antes del lanzamiento oficial el día 30 de enero con motivo del centenario del Tercer Reich.

El siguiente paso seria estudiar a algunos sujetos de la especie en su hábitat natural.

Abrió una gaveta y con una especie de garra metálica  extrajo de un minúsculo recipiente algo parecido a una cucaracha una especie que ya existía durante la última visita al planeta. Hace 300 millones de años.  Pero solo parecía una cucaracha. En realidad su exoesqueleto era de un metal ferroso asombrosamente frágil. Aquello no impresionaba a DZALIZZZZRII. Lo que si conseguía impresionarlo  era que en el interior de aquel “insecto” había en su interior algo aún más pequeño. Nanotransmisores que se implantarían cuando aquel  “insecto” se posara sobre un humano. A partir de ese punto  durante el sueño del sujeto a observar  analizaría su psique.

Darek Maurer, el apenas sintió un pinchazo, e instintivamente, dio una palmada sobre su cuello. La palma de su mano se lleno de un liquido viscoso del que apenas pudo identificar una diminuta ala de lo que parecía un insecto muerto. El nanotransmisor iba ahora en dirección a su cerebro.



Sin dudarlo DZALIZZZZRII activo la  misión de cuarentena. La onda de choque empezó  en cada una de aquellas pequeñas pelotitas,  que hasta ese momento solo habían recolectado información. Los satélites terrestres dejaron de transmitir. Celulares, señales de televisión, internet y las comunicaciones de satélites militares, meteorológicos, espías. Todo colapso. El 30 de enero del 2033 cuando Darek Maurer salio a esa pequeña terraza de mármol blanco se sintió observado. Giro sobre si mismo en dirección al salón que apenas unos minutos antes había dejado. No había nadie. Le miraban desde arriba DZALIZZZZRII tenia los resultados finales sobre las impresiones de la mente de Darek Maurer. DZALIZZZZRII desde su nave con  repulsión se estremeció y supo que aquel ser y su especie no merecían compartir el mismo universo. Los Xelex eran seres agresivos pero su agresividad era producto de una imperiosa necesidad de ganar espacio para una especie que engendraba generaciones de miles de millones. Los Xelex mataban a otras especies y colonizaban pero solo hasta que era absolutamente necesario para su supervivencia.  Y lo hicieron hasta que una raza superior les “controlo”. La gran diferencia entre los Xelex y los humanos era la  innata y morbosa facilidad del ser humano para dañarse a si mismo y a otros.  El ritmo de su asombroso  desarrollo tecnológico y su maldad “gratuita” que ahora se personificaba con plenitud en aquella civilización y sobre todo en aquel ser. DZALIZZZZRII  lanzó una onda de choque de partículas sobre Darek Maurer  cuyo cuerpo quedo aplastado sobre la losas blancas de la azotea. Era curioso desde donde estaba la nave de DZALIZZZZRII, los restos de Darek Maurer parecían los de una cucaracha aplastada.

Una hora después una segunda nave Xel, del tamaño de un acorazado estelar. Llego a la orbita terrestre. La misión de cuarentena se había convertido en una misión de otro tipo. Había que exterminar a esta plaga surgida en un apartado rincón del universo antes de que se expandiera a otros planetas.  

De la nave saldrían  cientos de miles de  “insectos”  esta vez no inocularían nanotransmisores. Llevaban en su interior un virus altamente contagioso  que atacaría únicamente al  sistema inmune de los seres humanos sin afectar a otras especies. La operación de exterminio tendría lugar aquel mismo 30 de enero a las 20:00 hora local.

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